Estuve
increíblemente atareada,
obsesivamente abnegada,
vertiginosamente ocupada.
Falsifiqué momentos del tiempo
por obviar tu tácita mirada.
De nubes abultadas con duelos
me llovió el arrepentimiento.
Éste es, mi enajenado llanto de yerros:
noches asintomáticas de esperanza
arropadas entre vacíos
urdidos de ausencias.
Al alba, las vacilaciones ofenden:
¿dónde navegan tus ojos?
¿de qué gaviotas son tus besos?
¿alguna piel sabe de tus atajos al cielo?
De amor y pena
mi corazón se detiene.
Y por no morir antes de mi muerte
en la bohemia de mis confesiones
dreno en palabras, lo que queda de mi alma.
Encumbro, loas, rimas, plegarias
que una a una, se posan en las estrellas:
ilusión de un manifiesto perpetuo
visible para navíos sin reina.
Los tripulantes me llaman poeta.
Ignota sobreviviente soy, nada más
que en ocasos de olas mecedoras
tu piel de sol
y ojos de mar…
aún sueña encontrar.
P-Car
http://poesiasdepaty.blogspot.com/2016/10/de-amor-y-pena.html
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