El aroma de las flores
viajando en el aire va
llega dando y existiendo
sin nadie que lo repare.
Me lo han de explicar ustedes
de donde la fuerza saca
para no confundirse y extraviarse
en su camino hacia el mañana.
Así cada uno tiene
la capacidad declarada
del olfato y la razón para sentirlo
y saberlo, que es verdadero en la nada.
Lo mismo que ese cantante
que con su voz inunda la sala
aunque esta esté repleta
la voz a nadie desplaza.
Y cada asistente tiene
por sensación más extraña
su propia interna magnitud
que con ninguno es acertada.
Así me pasa con DIOS
su esencia la llevo grabada
aunque quién lo predique
tenga su alma manchada.