Te voy a acorralar hasta que
mis besos impidan tu salida;
hasta que desgarres mi ropa
sin poder hablar ni pensar.
Descubriré tus partes desconocidas,
aquellas que esperaron solo para mi;
y que la tenue luz deseara
un cuarto iluminado para ver
el desenlace de roces y voces.
No podemos acordarnos porque
la memoria quiere más de sí;
de lo que pasó y comenzó,
de lo que siempre estará.
No te pregunto porqué lo niegas
pero tu mirada dice donde estás:
volando en un mar ilusorio
donde te arrulla mi amor
y te ahogo en mis besos.