Me prometí querida amiga
loco de celos no quererla,
para no verla y deshacerla
en el conjuro de mi intriga.
La vida sigue, nueva espiga,
es un error desconocerla,
el mal consiste en no entenderla
cuando la pena nos castiga.
Con mano firme y apacible
a padecer su mal condeno
y le convido en lo posible.
Con copas llenas de veneno
amargo amor irresistible
¡Que grande pena le almaceno!
Claudio Batisti