La voz eufórica
Que fluye de
mis secos labios,
Te la dedicó.
Las caricias vanidosas,
Tus ojos achinados,
Y mi mente gritando...
Que te añora.
Pero te fuiste
Demasiado lejos cariñito.
Yo aun precisó
Decir que, te aguardó.
Aguardó tu llegada,
Como una ermitaña
Que chascona anda
Por la vida.
Esperó con ansias
Y con virtudes,
Espero con esperanzas
Para hacer efemérides.
De un poco
De mi amor,
Declamando tu llegada
Desde muy lejos.
Por que yo esperaré,
Hasta que vuelvas
O hasta que me marche,
Desplazandome con ansías.
Con unas ansias remotas,
Profundas ansias que surgen
Desde mi interior a mi abdomen,
Recordando tus locas manías.
¡Por eso también esperó!
Para volver a sentir tu aliento,
Sobre mi cuerpo voluptuoso,
Deseoso.
Tan linda es tu piel,
Como lo es la libertad
Que brota al amarte,
Cuando nos amamos.
Ya no estas aquí
Para verme sonreír,
Aunque debo admitir
Que jamas te deje ir.
Aun estas en mis recuerdos,
En mis versos, en mis cuentos,
Y en aquellos sueños humedos
Que nacen en el macrocosmos.
Solo me queda decir,
Volver a repetir
Que te esperaré
Hasta que vuelvas a ir.
Hasta que me ames nuevamente,
Como lo solías hacer de repente
Cuando no había mas gente,
Que solo nuestras mentes.
Aguardo tu llegada,
Me guardo mis lágrimas,
Para derramartelas
En tu presencia.
Que prefiero llorar
Tus recuerdos
Cuando estés aquí
Para no dejarte ir así.
Tan valiente y orgulloso,
Tan galán y caballeroso,
Tan serio y respetuoso,
Tan lindo y tan hermoso.
Sí no vuelves, déjame una carta
Déjame un poema
Narrame tu partida,
De manera dramática.
Háblame sobre esas lindas caras,
Que solías besar
Cuando yo era una ciega enamorada
Dispuesta a por ti, luchar.
Desmentía rumores,
Pero te fuiste diciendo la verdad
Que ya no me amabas
Y que nada de mi te gustaba.
Yo aun te extraño cariño,
Aun quiero sentir tus labios
Soy masoquista por tu culpa
Me dejaste toda enamorada.
Quizás por allá lejos donde estas,
Tienes a otra niña ciega
A quien enamorar o engatusar,
Con tus fogosos poemas.