Heme aquí
quizás mas despierto.
Caminando por cada letra,
en secuencias cerebrales propias.
Únicas e irrepetibles.
Me pierdo en las particularidades,
sin remedio y sin remos
en estas tibias aguas del olvido.
Un olvido en papel y tinta negra.
El despertar es de ojos hinchados
de músculos en hielo
un despertar lento lento
como quien clavado a la cama.
(¿Puedo clavarme ambas manos yo mismo?)
Como quien amarrado hasta las llagas
¿No son estas las cuerdas del siglo?
Y las fuerzas me faltan y rompo y lloro
con lágrimas sucias, manchadas
con lágrimas viejas de clamores del alba
lágrimas del corazón más mudo, del cegado
Por éste que piensa pero que no siente.
Pensar
Sentir
Amar...