El verso se entretiene
encadenado...
paseado entre cálidos
tormentos,
desnudado en el aire
de la brisa...
deshojado en la boca
sin conciencia,
no es el labio
misterioso...
desbocado en lo inhábil
de la tarde,
es la espina descuidada
mansamente...
por la rosa
engalanada,
en lo absurdo
de su ausencia.