Cómo el brillo de una estrella lejana,
así traslúcida,tenue...
porque su distancia ha logrado esa ilusión
haciendo que ella misma lo crea.
Siendo opacada por otras más brillantes y bellas.
Como un reloj antiguo,
dañado por el pasar del tiempo, por el transcurrir
de un momento infinito
que en realidad nunca existió,
que se difuminó
en ese intento de realidad
que no lograba concretarse.
Así se encontraba mi ser,
mi alma entera
en ese vaivén agonizante. Desgarrando lo poco que quedaba a la vista
pues del interior ya nada existía, o eso pensaba hasta que dolió... dolió más que al principio,
aun más que la primera vez
que quedó devastado
tras ese huracán y tornados continuos,
inundaciones y catástrofes...
Cuando todo está en paz...
o calamidad absoluta,
cuando los últimos sonidos
de una sonora avalancha se dispersan ...
o comienzan de nuevo en una danza sin fin...
Cuando se pensaba todo perdido y cubierto por un manto tan grueso. .. tan pesado...
que es imposible que la luz lo atraviese...
De pronto todo se vuelve ligero,
y el calor se empieza a sentir de nuevo...
Dentro del invernal desierto,
a pesar del estruendoso silencio que habita en mi interior...
...Resurge de en medio de los escombros y ahora digo
que plenamente vivo
Un momento de quietud.