Un jardín hay en tu blusa
de mil flores color rosa
pero ni una tan hermosa
como aquella que la usa.
Mis ojos buscas su musa
y en tus ojos la encontraron
y han dejado sin excusa
a mi verso desbocado:
por tus labios, tu sonrisa,
por tus ojos que hipnotizan,
por tus pómulos que hechizas
por tí, mi bella Afrodita.