(Redondillas)
Decir adiós no es morir,
es un “hasta luego”, largo.
Pero a veces sin embargo
“eso”, tampoco es vivir.
Se necesita coraje
para todo abandonar,
y desde cero empezar
de nuevo un largo viaje.
Decir adiós es dejar
un trocito de tu vida,
donde el corazón olvida
y jamás has de tornar.