En los arboles atentos a su amuleto elegante
En cada extremo de sí, un ojo
Trasciende al objeto y
Que respira amable,
El fundamento?
En los cielos desplazando en movimiento
Sus habitaciones inubicables
O castillos inderrocables
Del sueño, o aliento
Del ser mundano?
De mares que son ciudades, rompiendo
Su ansiedad creadora al caer mortal
La tarde, entregando el don
De muerte a quien
Quiera tomarlo?
En el otro, ser tan complejo, al menos
El intento del bien inalcanzable?
No he observado en uno
De ellos perfección
Posible, más los valoro