Te busqué...
En los amaneceres donde me perdía en la profundidad de sus cálidas pinceladas.
Me buscaste...
En los rincones de tu alma, de tu corazón donde ya pertenecía.
Te esperé ...
Sin conocerte, mientras te soñaba,
mientras tocabas mi alma sin saberlo.
Me esperaste....
aún cuando no sabías si había salido a tu encuentro.
Desconocía que tú también me buscabas.
Porque nuestros pasos no iban en el mismo camino.
Y la vida aún no nos presentaba.
Completé tu vivir cuando te entregué mis piezas.
Incendiaste mi alma haciéndome brillar cuando echaba tus demonios fuera. Lejos de ti.
Te busqué...
Me buscaste...
Y decidimos encontrarnos en medio.