EROS (LA LEYENDA)

CINCO LETRAS FORMANDO UN NOMBRE.

La epopeya amarga el dulce invierno

de indulgentes penas,

pasajera va la nostalgia por un lienzo

que no tiene resistencia.

Y una fuerte y áspera melopea

abraza el alma al final de un vuelo

que no tiene retorno,

solamente un recuerdo.

 

Flébil canto el hada de la noche

de su adentro gime,

insuficiente es el silbo de un aire calmo

que raqueando no encuentra una esperanza.

Quillotra solo fue la luz de mis mañanas

que con su prisa de gacela dejara,

en cinco pétalos de rosa

cinco letras formando un nombre.