He visto tus ojos mujer
son de un bello color café,
dicen lo que no te dejas decir
y expresan la verdad de tu sentir.
Con atención tus labios aprecié,
siempre color rojo carmesí,
escurriendo de ellos una deliciosa miel,
que pienso capaz de saciar mi sed.
He observado con atención tu cuerpo,
perfecto, y en tu caminar cadencioso y coqueto,
me llevas con cada paso cerca del cielo.
Amo tus blancas y puras manos
recuerdo aquella noche que me abrazaron,
que mi pecho tocaron,
representando ser ese soplo de vida
que más necesitaba en ese momento para volver a creer.
Te quiero mucho mujer,
te quiero con tus heridas,
con tus fantasmas,
te guardo un amor sin medida,
te vislumbro en el horizonte de noche y de día.