Ahora pretendo desandar lo recorrido,
el que fue antaño mi sendero y mi deriva,
el que construye cada muro que me encuentro
y derrota y atenaza,sin atisbo de esperanza,
mi osadía.
Maldito ejemplo de tanta hipocresía
dormida en los confines de mis sueños,
cargada sobre toda mi fatiga,
abono para tanto sufrimiento.
¿Cuánto lloras sobre mi hombro posesivo?,
¿cuánto gritas sin el mas leve sonido?
¿cuánto sufres con el corazón herido
cuando el tiempo no se aparta del camino?