Un escrito repentino...
Dando apertura a una puerta que tal vez no debió haberse tocado! Si ya ni te conocía, las marcas del pasado nos han alcanzado en el presente, hemos entrado a la casa después de una noche de insinuaciones, baile, halagos, sinceridad y desahogo, como una primera vez, ya hace tanto tiempo que no se consumó...
No hay luces, se duerme en la casa, más que ebrios pero sabiendo la situación que se iba a generar! entramos al cuarto que tanto tiempo nos estuvo esperando, lleno de ojos con una boca que no emite ni un palabra, escucha, respira pero calla... Es un cómplice, la cama coautora de lo que pudiera suceder, la puerta un bloqueo superficial de la realidad de nuestras vidas, sellando una oscuridad conspiratoria.
Llegamos a la cama que nos atrapa, son las 6 menos 20, te beso el cuello y recorro todo el espacio circundante con mi lengua, mientras te acaricio las piernas, te volteas y me besas correspondiendo la situación, me tocas la espalda ciñendo tus manos a ella, me bajo de tú cuello y beso tus pechos, con una mano abro tu brazzier con la misma con la que nos agarramos tantas veces, te libero el torso y la timidez...
Logrando con el tacto de mi cara rozar con lentitud tus senos los que nunca olvide, con mi legua la hago que realice un paseo de 360° atreves de tu areola, lleno de saliva tus pezónes con la legua escaneo de forma tal que logro un retrato sensorial, me mantengo sin prestar atención a tus leves gemidos, pero si a tus movimientos involuntarios, delatantes, los mordisqueo, introduciendo mi mano que pasea por tú vientre dejandola caer dentro de tu Jean y sentir así que no solo quieres, sino que lo deseas humedecida al punto que aumentas mi excitación. Te beso el cuerpo, la barriga, con esas ganas inmensas de hacernos siameses de una noche, logro desnudarte, sin pensarlo me quitaste la camisa, me zafo de mi pantalón, me dirijo a tú cuerpo y con solo tus feromonas logro poner mi lengua en tu clítoris, erecto, palpitante que me permite hacernos viajar a una hipervelocidad pero sin movimiento desde el punto inicial, rompiendo la barrera del silencio y aunque nunca hubo luz no fue necesaria hicimos el amor con los cerrados.