Cuando no quieras leer
Estas sencillas locuras,
Entra a tu cuarto, y a oscuras,
Junto a ti me podrás ver;
Entonces podré yo ser
La inesperada aventura,
Esa alma invisible y pura
Que te puede comprender;
Tú podrás en mí confiar
Esas cuitas que te dañan,
Lo imposible que es hallar
Personas que nunca engañan;
Te ayudaré a soportar
El llanto que a ellos empañan…