Para ser poetrasto
hay que entrenar muchas palabras circenses
en la emoción del pienso luego olvido
en un vals de péndulo dorado
me descargo la pincelada girasoles de Van Gogh
esbozando su siesta suicida de magnética lucidez
Los trópicos se desapasionan
en una rubia espera de soledad cuerda
mientras a la musa del iglú le gusta el tiramisú
y la maga que pereza
busca pareja con los labios sobre la pecera
para escucharte pinto de aguacate
tu rincón de la oreja
en el acuario la orca se ahorca
por cada salto a ninguna parte
tortuoso camino de la tortuga panza arriba
que juguetea a la ruleta rusa contra la sien del sol
colofón de la flor eléctrica
que se mustia
como kimono a medio vestir
cuando el venusiano Tesla
a contracorriente alterna
se convierte en taxidermista de sí mismo