José Miguel

Funerario de tela

 

Funerario de tela

De nada sirve la belleza,

Ni los tocados, ni el ósculo

Dado a la boca del muerto.

Y más, si ha estado ya con su

Cabeza cercenada en varias

Bandejas de cobre pelado;

Porque quién la carga

Tiene la sonrisa sutil

Del parricida,

Y lleva cubriendo su cuerpo

Un menudo atavío

Que es mísero de su

Fineza