Lamento el frío y la ausencia en la nada.
Por lo pronto, lo sabíamos bien.
Sí... qué verdad grácil y qué pena.
No es nuestra culpa, no lo queríamos.
El propósito importa mas que ambos.
Debo apagar las luces por precaución.
Sé que amas en defensa propia, sin voz.
Sé que si lo intentas, nos sentiríamos.
¿Que puedo hacer Martín? aún hay soles.
Consérvame como arlequín entonces.
La salida espera al sol del alba.
A cien levas de luna veré tu rostro.
No queda tiempo, no queda nada.
Mas allá del huracán de tu trono.
Martín Blythe
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