Admiro tu belleza y tu misterio,
oh mar profundo...
oleaje pasivo
que acaricias con tu canto,
mis pasos...
He hallado música
en tu rumor de olas;
vidas ocultas en tu seno.
Me hablas suavemente
en tu quietud de espejo.
La transparencia de tus aguas
me muestra
un cardumen de peces violetas,
dorados y pardos.
Un mundo secreto
se esconde bajo tu manto.
Poderoso e inmenso,
eres un sueño azul
rodeado de rocas
que te reverencian.
El sonido manso de tus olas
acaricia mi espíritu,
sediento de tu paz.
Me dejo atraer por tu hermosura,
y tu inmensidad.
Me sumerjo en tus aguas
y retozas con mi alma,
oh, imponente mar.
En ti desembocan mis nostalgias,
y en el murmullo de tu oleaje
te escucho sollozar.
Y es que el hombre
ha envenenado tus aguas
que eran límpidas
y sagradas,
vertiendo el negro petróleo
en el pulso de tu entraña.
Quizás mañana,
ya muy tarde,
quiera reparar tanto mal,
mas ya una noche eterna
cubrirá el planeta
y habrá cesado para siempre
tu magnánima serenidad.
Ingrid Zetterberg
De mi poemario: \"Inspiraciones de mi nostalgia\"
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