He tocado el fondo muchas veces
he mordido la lona,
me he perdido en el túnel buscando una salida,
pero hasta en los momentos negros
en esos en que ni la fe te alumbra
ni la esperanza te guía
ni las fuerzas te sostienen,
hasta en esos trances, he cerrado los puños
me he mordido los labios,
y he jurado que nada ni nadie
doblegará mi espalda
se montará en mi lomo
ni me impondrá sus riendas.
Ni el dolor, ni el sufrimiento
ni la muerte dirigirán mi vida.
Podran clavar sus espuelas sobre mi costado
Intentar ensillarme, dominarme
Pero las derribare una tras otra una y mil veces
Hasta que desistan de domarme
O me desplome reventado en tierra.