Verano Brisas

TOLSTOI

Fruto de conde y princesa,

vivió continuamente

entre La Guerra y la Paz

por la dulce inclinación hacia su tía,

su sierva concubina, y en términos finales

su malgeniada esposa,

quien tuvo el valor de transcribir

siete largas veces aquel libro colosal,

como testimonio de respeto

por su gran capacidad de creación.

 

¡Pero ni eso la salvo de la autocracia!

 

Fue una celebridad viviente:

De los rincones más apartados de Rusia,

sin contar los demás del continente,

llegaban centenares buscando su palabra

y atraídos por su porte legendario.

 

La acidez matrimonial no fue un obstáculo

para engendrar tan numerosos hijos,

y por último,

vistiendo lo mismo que sus siervos,

morir de pulmonía en la región de Astápovo

cuando era más patente su vocación de asceta.