Como hoja que arrastra el viento,
o una barca sin remo ni timón,
van pasando las horas y los días,
voy vacio sin rumbo ni razón.
Y llevo grabada en mi mente,
esa frase dura como acero,
que fuerte caló mi alma,
aquel; no te amo no te quiero.
Me acuesto queriendo no pensarte,
y regresan los recuerdos a mi lecho,
y en mis sueños de nuevo te apareces,
y te siento tan adentro de mi pecho.
Las aves anuncian un nuevo día,
despierto me sorprende la mañana,
tu imagen muy dentro de mi mente,
y el sol entrando en la ventana.
Me levanto repitiendo se acabó,
debo entender que no me ama,
otro día que se marcha y de nuevo,
tu recuerdo me acompaña en mi cama.
J.Moscoso.
Derechos de Autor Reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Corredores, Puntarenas, Costa Rica.
03 de junio 2018.