Vanidad. Soneto con estrambote
Decía poseer tantos linajes
y gozar de un sinnúmero de escudos,
¡tantos! que los nobles quedaban mudos
al ver que no cabían en carruajes.
Le rodeaba un séquito de pajes
otorgando a su paso reverencia
y ella haciendo sentir condescendencia
permitía rozasen sus ropajes.
Que vanas son a veces las mujeres
tejiéndose en fantasía ilusiones
y sueñan con riquezas y placeres.
Más la vida les lleva decepciones
al constatar que sus diarios haberes
difieren de sus vanas pretensiones.
Los hay también varones
que pueden competir en vanidades
sufriendo ¡al vivir sus realidades!