Nuestro amor fue como un ave
que cruza el espacio inmenso;
a ratos un aleteto intenso,
a ratos un aleteo suave.
Aunque lo tomes a mal
esto es lo que yo pienso:
si este amor tuvo un comienzo,
ha de tener un final.
Es una ley de la vida
que tenemos que aceptar
aunque nos cause honda herida.
Y si al paso de los años
nos volvemos a encontrar,
seremos como dos extraños.
23/02/1978