Carlos Dguez

Dos extraños

Nuestro amor fue como un ave

que cruza el espacio inmenso;

a ratos un aleteto intenso,

a ratos un aleteo suave.

 

Aunque lo tomes a mal

esto es lo que yo pienso:

si este amor tuvo un comienzo,

ha de tener un final.

 

Es una ley de la vida

que tenemos que aceptar

aunque nos cause honda herida.

 

Y si al paso de los años

nos volvemos a encontrar,

seremos como dos extraños.

23/02/1978