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EL SILENCIO

  Calla la vida, carnaval de risas continuas, con la intención de vestir de fiesta los corazones resentidos. Luces que deciden hacer guiños a los árboles, sin apenas savia, que intentan vivir a contrapelo. Alcohol para afrontar falsos júbilos, y olvidar malos recuerdos, ahogando esos besos que se han quedado vacíos. Hemos tenido que paliar ausencias, retomando viejos monigotes hechos con la arena limpia de la playa,  mientras las gaviotas del puerto, escuchan nuestras voces tenues, y nuestros ojos contemplan las olas cadenciosas y algo tardías. ¡A causa de  ciertas ausencias, nos vemos obligados a soportar noches reclinadas en la distancia!!.