Un soneto te mando dedicado
ofrenda del amor que te profeso,
y en sus versos dichoso te confieso
que hasta el tuétano tengo enamorado.
En cada rima un beso acompasado
en tu boca, panal del que ando preso,
y de tus ojos que, con embeleso
al mirarme, me tienen embrujado.
Un soneto te mando a ti rendido:
es guirnalda que nuestro amor decora
por lo hermoso de todo lo vivido…
por lo que tú me das a cada hora...
es presente, que queda, a ti debido;
de un alma apasionada que te adora.