Ilusionado, tu regreso aguardaba...
mientras que la navaja de la añoranza...
por dentro sentìa que rasgaba,
y el viento de tu aroma sollozaba
en el baùl del olvido
que sin compasion...
pesadamente a mi pecho aprisionaba.
Todo afuera era belleza,
pero dentro de la esfera en la que me encontraba...
se respiraba humedad a làgrimas...
pues el veneno de tu ausencia...
habìa anestesiado del corazon cada latido.
Dicen que hace bien el experimentar
el haber amado y despuès haber perdido...,
pero con el dolor
incrustado en mi ser...
a veces, prefiero nùnca, en realidad, haber amado.