Adrián

Amor y hambre

Los nubarrones me abrazan

el barro me deja inmovilizado
los ojos mi tristeza delatan
y en una niebla densa a penas respiro.

He sido traicionado
por la esperanza
he sido violado
por el miedo
he sido apartado de la belleza
y he sido recibido
por la soledad solitaria.

Llueven lágrimas vivas
que imundan mi mar muerto
que no consiguen llenarlo de vida
sino solo de fuego negro.

Mi corazón está desnutrido
porque únicamente se alimenta
de tiempo desolado
pues el amor a mi puerta no llama
ya que es posible
que se deba a mi yo solitario
con déficit de espíritu y gracia