Si al mar tus suspiros han de volver
por la sinuosa senda de la vida,
exprime las bazas de tu partida
dejándote a cada sorbo la piel.
Piensa que solo se muere una vez
en el ancho callejón sin salida.
Si te supone el mismo esfuerzo, cuida
tu tiempo tratando de hacer el bien.
Aprovecha intensamente tus días
dejando las penas para mañana.
Céntrate en lo que de verdad importa
para no derrochar tus alegrías.
No mires a través de la ventana
y sáltala, que la existencia es corta.