Corro precipitado a ti,
hacia tu boca enamorada.
Hacia tu voz,sonora y cristalina.
Un viento,me sacude.
Aires que evocan,tu prescencia.
Como suspiros de Dios.
Te miro,y me digo a mi mismo,
eso si es,ser amor.
Tanta hermosura ofreces,
que eres,un peligro,de la vida.
Enviada del paraiso,
quiero tu lirio divino,
y tu flor carnal,
Flor que tienes de lis.
Y tocarte con mis manos,
sedientas de infinito.
Y que entres,en mis pupilas,
para siempre.
En este cielo rosado,
en medio de rayos de emociones,
rosas brotan del cielo,
al ver tus colores.
En este bello tiempo,florido,
quiero dejar en versos,construidos,
un gran amor,
para dejar,el nombre de una mujer,
eternizado.