¿Piensas tú lo mismo, amor?
Con nuestros silencios
pareciera que todo ha finalizado.
¿Aun después de lo que hace
tres noches pasó entre nosotros?
Después de habernos amado
como nos amamos...
¿puedes tú creerlo?...
No yo... ¿por qué complicamos
tanto las cosas del corazón?
Nos estuvimos diciendo que nos amábamos...
nos estuvimos poseyendo como siempre...
con toda nuestra piel
candente de deseo y complacencia...
y hoy estamos tan distanciados,
tan lejanos...entonces...
¿por qué esas promesas de amor,
que hoy parecen haber sido dichas
porque estábamos en el momento
pleno de amor, de deseo y satisfacción?...
¿No te preguntas tú lo mismo?
Dime tu forma de pensar...
Dime el por qué...
seamos valientes tú y yo...
no seamos cobardes...
y cobardes, ¿por qué?
¿Es que se nos pasó el momento
de lo que sentíamos?
Pienso que a mí no,
¿a ti, sí?
Dímelo, no me dejes con esta intriga,
que me lastima el corazón...
pensar que el tuyo y el mío
estaban tan unidos...
No comprendo tu actitud...
no me hagas pensar que lo tuyo
fue solamente unas noches de placer,
y después, y después, ¿qué?...
¿Cuál es tu respuesta?
tengo yo la mía, y es que te amo...
que sigo amándote como cuando
nos conocimos...¿recuerdas?
no puedes ser débil de memoria...
eres joven, mucho menor que yo...
pero la edad, cuando realmente
se siente y se ama, no tiene importancia...
Nos conocimos hace ocho meses,
seis días, cuatro horas, y veinticinco segundos,
hasta este momento...
Paseabas con tu bicicleta...
te caíste, y te lesionaste un pie...
yo pasaba por allí, y junto a
una vecina te curamos la herida,
aunque estuviste varios días
caminando dificultosamente...
Y tuviste que ir al sanatorio
para sacarte radiografía...
pero eso, por suerte, ya pasó...
pero en ese momento renació
en nosotros el amor...
que dijimos profesar...
Nos citamos varias veces, públicamente...
y después, privadamente...gozando
todos los momentos compartidos...
¿no los extrañas?...
Pensando yo en esos momentos
me excito... me dan ganas de volver a vivir...
deseos tengo de encontrarte,
de volver a verte,
de besarte apasionadamente...
y de palpar tu cuerpo con toda mi lujuria...
estoy... apenado, triste, y completamente
excitado...
Estoy terminando de tomar un café
en el bar que siempre hemos venido,
hasta hace tres días,
y no me animo a levantarme porque...
espero aplacar mi deseo...
me avergonzaría que me viesen
como estoy...
Hoy te mandaré un mensaje...
espero tengas la amabilidad
de responderme... no me merezco
tu actitud, tan silenciosa y ausente...
Volvamos a encontrarnos,
nos daremos nuestras explicaciones...
y si todo resulta favorable para ambos,
volveremos a nuestras noches de amor
y lujuria... no es solo deseo... yo te amo...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 06/12/2012)