Quiero decirte al oído
Todo lo que te deseo
Escuchando el dulce ruído
De tu apasionante jadeo.
Quiero que la noche sea larga
Quiero que la clara mañana espere
La noche sin ti es muy amarga
La soledad indeseada me hiere.
El culpable es el cerebro
De ahí viene el pensamiento
Yo este poder lo celebro
Porque da contentamiento.
La vida es corta, la muerte infinita
La alegría de la niñez es fugaz
La tranquilidad de conciencia es bendita
La guerra es larga, y corta es la paz.