Hernán

A MI MADRE QUERIDA

Al nacer madre querida,

lo primero que vi; fueron tus ojos brillar,

luego el destello de ellos me hicieron llorar.

 

Empece a crecer a tu lado,

con tus besos y caricias sin sesar;

sentìa que todo el corazòn, me iba a explotar.

 

Fui creciendo y creciendo,

siempre bajo tus caricias y cuidados,

era la envidia del barrio, pues nadie tenìa a ti como su mamà.

 

Hoy, ya tengo 32 años, y aùn recuerdo esos momentos

el amor que te tengo madre mìa,

no lo borraràn los vientos.

 

Gracias, le doy gracias a mi Dios del cielo

por haberme regalado a uno de sus angeles a mi lado,

pues ahora, en este mismo instante,

quisiera volver al pasado;

y asì no tener que volar, y quedarme eternamente a tu lado.

 

Te amo, madre querida

por ese amor desisteresado, que entregaste a tus hijos

quienes hoy te festejamos.