Agrega a tu fantasía la mía
y el montante galopará
por nuestra inventiva.
Si me ves decaído
(tanto como para
no apetecerme llevarte
hasta la luna) resta
mi cansancio a tu energía
y el resultado seguirá
siendo bastante positivo.
cuando estemos juntos
pero dispersos, no dudes
en multiplicarte por mí,
porque uno por uno
siempre será uno.
Y una vez fundidos
en un mismo producto,
dividamos nuestros pasos
por los caminos que aun
nos quedan por recorrer.
De esta manera,
antes de alcanzar
nuestro destino
habrán desaparecido
los restos de la intermitencia
de tu ausencia.
Resolvamos juntos
la trigonometría
que a menudo se interpone
en medio de nuestras utopías.
Qué en el seno de nuestra
complicidad, la incomprensión
solo influya de manera tangencial.
Purifiquemos nuestros
momentos resolviendo
la ecuación en la que debemos
despejar las incógnitas
que nos hagan dudar.
Hasta que nuestros
planos no sean simétricos,
seguiré echando raíces
cuadradas en el suelo
donde pisas con el fin
de que pi pueda redondear
esta infinita obsesión
y en un radio de mucha
distancia me alcancen
los prismas para no perder
la cuenta de tus destellos.