Una pasión prohibida,
blanca como la nieve
y roja como el fulgor por ti.
Almas unidas por el infinito,
corazones entrelazados
como enredadera de jardín,
nuestros dedos se unen
al tomar tu mano.
Sin murallas ni tristezas,
brillando en el final de los tiempos
como la luna en el mes de Junio.
A n g e l a C a v a l c a n t i