Martha Lucía González Uribe

MI SEÑOR

MI SEÑOR

\"Vanidad de vanidades y todo es vanidad\"

 

Aquí sigo tu ejemplo de paciencia

Me diste mi propio Viacrucis

Mi propia Pasión

Mi Calvario:

Conozco en mi piel

La traición

Y puedo gritar

Y lo hago:

\"Padre mío

¿Por qué me has abandonado?\"

Aquí hecha un dolor con pies

Dolor de cuerpo

Dolor de soledad

Dolor de madrugadas

De días y noches en ausencia.

 

Me dotaste muy bien

Con todos los talentos

Y, para que mi dote

No se me subiera a la cabeza,

Me diste la humildad

Del desvalimiento físico

De la minusvalía motora,

La pérdida de mi ojo derecho,

De mis dos maxilares,

De todos mis huesos:

Del fémur y su cabeza

Por la enfermedad \"rara\",

(mi tejido óseo se va muriendo,

todos mis huesos son de cristal.)

SEÑOR

Tu que  me diste belleza física y moral,

Inteligencia,

Memoria prodigiosa

Estudios y especialidades

Inspiración y Arte

Dinero por trabajo.

Amor de mi familia

De mi hija

De mis colegas y amigos

De mis maestros.

 

Y, luego,

Te lo pensaste mejor

Y, me despojaste:

De salud

Trabajo

Dinero

Hija

Familia

Colegas

Y de muchos amigos

Y te me perdiste:

 

Apiádate de mí:

Regresa a habitarme

Y dóname la Esperanza,

Mitiga mi dolor

No dejes que me pierda.

 

Tu olvidada Hija:

Martha Lucía González Uribe, Puerta de Toledo, Madrid a 7 de octubre de 2.011, día de Nuestra Señora del Rosario.