Quiero perderme en tu mirada.
Quiero entregarme al dulce café de tus ojos.
Extender su mapa y perderme, volatilizarme en él.
Que nadie ya me encuentre. Jamás.
Que solo tú sepas donde estoy, que solo tú seas quien mire mis ojos.
Que cuando me mires me encuentres.
Y que cuando me encuentres, me llames.
Y al llamarme, me tengas.
Y que nada más me tengas, me poseas.
Y en la lujuria de poseerme también me hagas tuya.
Y al hacerme tuya, te harás mío.
Y nos haremos, el amor nos haremos, hasta fundirnos.
Y al fundirnos admiraremos nuestros rostros, rotos, muertos de placer.
Y después de rompernos, de morirnos, dormiremos.
Abrazados.
Así dormimos.
Hasta que me vuelvas a mirar con el dulce café de tus ojos y me vuelvas a encontrar y entonces me querré perder en tu mirada.
Y al perderme en tu mirada quiero empezar todo de nuevo...
Eva.