Acuérdate paloma que juntos anduvimos;
no olvides que vivimos por el amor unidos.
Ahora me voy quedando solo, a sufrir, tengo atadas las alas
por mi incesante cobardía que la llamo destino, quizás falso destino.
Callar o hablar hablar o callar, lo único sabido es que sin ti ya no podré volar.