Del ser son inherentes sus esencias,
son camino interior sin hospedaje;
un lento caer de hojas amarillas
en la herida abierta sin cerrarse.
Libertad despojada se denigra
y camufla al jinete abastecido;
se ignoran paradójicas miserias
sin dar una razón, ningún sentido.
Serán noches de pura incertidumbre
de un caminar con pies adoloridos;
la desnudez que evoca al vacuo numen
ya nos unirá en nuestro gran destino.
Inocentes alumbran las siluetas
del maquiavélico oro refulgente.
Ahogados en nuestro mar de letras
¡la incógnita! una brizna en primavera.
Hugo Blair M.
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