Artista del pensamiento
camino mustio y poético
alma elegiaca que renace
en el anverso del fuego
donde sucumben las flores
y la carne, y las agrietadas
paredes se tornan oscuras.
Cielo que no solloza
pero arremolina una trémula
tormenta.
En la noche cruza una luz
por sus ojos y de su boca emana
una blanca niebla cual deleznable
nube y mansa estrella.
Espesas horas
socavan los nimios días
e inescrutables sensaciones
circulan de su mente a su cuerpo;
con desdén recorren y hielan
los huesos, las venas y la sangre.
¿De donde proviene su manera
de sentir, desgarradora y melancólica?
A veces similar a la mía
¿De donde provienen aquellas
voces intangibles que despiertan
en las sombras?
Extraño ser
navegante en un océano de locura
crece inconmensurable su intelecto
sin ningún fin más que fluir
por las sendas de la vida.