De la constancia corazones
que vemos desolados los rincones
hará de su musa un huerto
procurando que no termine solo y muerto.
Hallase sola compañera
sin gota de agua limosnera
procurando luz al desvarío
que sea de viento o que sea de río.
E ilustre la imagen que allí queda
muerta a mediados de primavera.
No hay ni velo ni flor
no existe ni habrá más rencor
solo otra planta olvidada,
y otro desconsuelo para mi amada.