Alma dormida,
vela a su lado, tranquila,
las hadas del sueño
han venido a hilar
la seda suave y tibia
que te hace a ti soñar.
A la vera de tu ser,
murmullos cálidos de un suspirar,
son tus pálidas mejillas
dos rosas blancas a besar.
Al fin las hadas
nos dejan a solas,
y cuando despiertas
bostezas y luego lloras.
- Las hadas del sueño
vinieron a hilar
dulce voz y fino oro
para que tú pudieras soñar.
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE