Ánimate, no te rindas,
es el camino de siempre
que te lleva hasta el amor,
si en realidad pretendes
buscar la mullida cuna
en los brazos que enternecen,
cuando dan su balanceo
a tu cuerpo que los quiere.
Ánimate ante la vida
que su palpitar te ofrece,
sdácale jugo besando
la boca que se guarece
en tus labios que la esperan
como esa boca merece,
ser besada y relamida
solo así se la mantiene.
Ánimate que ya llegas
a objetivo que se vende
por una caricia tuya
has de saber convencerle
y que se rinda al mirar
la belleza que te enbuelve,
mejor la del contenido
antes que del continente.
Ánimate en la ventura
de alma que la historia explora,
en palacios y las cátedras
parlamentos donde sobran;
los egos parlamentarios
del pueblo llano se mofan,
se runrunean entre ellos
protegen a los que copan.
Ánimate frente al mal,
donde el banquero en su forma
con las multinacionales
y oligarcas, mucho acopian;
del albañil y el que barre
del que en su sslario explotan,
del que fue trabajador
y entyre cartones pernocta.
Ánimate, no te rindas
pues la primavera ronda
y trae olores que puedes
del aire esnifar so aroma.
Hacer que el vaivén del viento
cure al corazón que moja,
con lágrimas de impotencia
tu déficit de la gloria.