La noche escarcha calla las palabras de amor
y el brío extraño disipa su carácter
como un bajel en alta mar.
En su agobiado silencio
algo se desprende de él y no vuelve
ni nadie recoge, ni ella que es Diosa.
Algo se desprende de él
y va por el sendero desconocido
a la intemperie, sumergido en la soledad.
Brilla la noche tan oscura, tan amable
y él no sabe si me entrega al suplicio
o ella es quien se entrega a él.