Doblezero

SENTIRSE COMO UN NIÑO

Entre poesías a medio escribir
en unos folios andaba  buscando
una fuente de inspiración
de los hilos que un día esgrimí
y de color sepia en el cajón
aunque yo no lo busque
de mi niñez encontré un retrato
quizá del ochenta y tantos
quizá era de después.

La cuestión es que el azar
llevo mis ojos hacia mi
cuando de niño aprendí
a tener casa en un árbol
a tirarme al agua y volar
a bajar lo imposible en la mano
y morderlo con la boca
a lanzar arriba el sufrir
como se lanza una pelota
hacer del minuto una hora
a vivir y dejar vivir.

Cuando era niño aprendí
a mandar el aburrimiento a la mierda
a tejer sueños en las sabanas
que acariciaban mi siesta

a que el mal no te busca, se encuentra
a mirar la piel de las naranjas
que relucían en la cesta
de niño yo aprendí.

Ahora me levanto de la cama
a las ocho menos diez
me pongo de estar por casa
zapatillas en los pies
el espejo muestra mi cara
con ese gesto de ayer
clavadito al de mañana
y abro el grifo que cerrare
después de secar el agua
que le da vida a mi tez.

En la cocina antes de salir
dos tostaditas y un café
luego me dispongo a vestir
que lo hago por los pies
doy dos besos a mi mujer
uno a mi hijo que hacen tres
y a trabajar voy tan feliz
porque todo marcha bien.

Ocho horas son un gran trecho
pero pasan como un desliz
ducho al nene luego lo acuesto
y  me dispongo a escribir
frente al ordenador me siento
cuando me encuentro una foto
de cuando era un mozuelo
y me recuerda que aprendí
a escuchar de verdad un trueno
y estrenar el mes de Agosto
como un regalo del cielo.

Ahora buscando el primer verso
noto la presencia de un rostro
en la pantalla azabache negro
y entonces me veo en ese espejo
como un ciego mirándose a los ojos
pensando que tendrá el tiempo
que nos va cambiando a todos.

Y es que llega un momento
en que la juventud se va esfumando
cuando por primera vez sabemos
que ya tenemos todos los datos
y se resumen en esto:

“todos vivimos un tiempo
y morimos antes de lo planeado”

Así que por si acaso
voy a soplar por la boca
a través de un aro
mi aliento
haciendo del agua, jabón y viento
colorines colorados y destellos
en un racimo de popas.