¿Será cierto que un sueño muere
cuando el verso queda escrito?
¿O más bien al quedar impreso
se da en fuga y corre hasta quedar vivo?
Para mí, los sueños no mueren.
Quedan presos en el vasto infinito
esperando que se abran las puertas de la mente,
y así, darse en fuga para revivir lo descrito.
Un poema es un pedazo de sueño,
sus palabras son carruajes de lo sentido
por el poeta en su mundo reflexivo.
Sin embargo, hay algo que es muy cierto:
un poema es un sueño ya vivido
que cuando se lee, jamás ha quedado muerto.