Me asesiné para no tener que por ti vivir,
para no tener que recordarte
entre susurros llenos de remembranzas,
llaman a mi en el interior de mi vacío
penumbras y atribulaciones.
Me asesiné para no tener que sentir,
porque tiene vida cada lugar,
vida nuestra,
cada lugar camina con huellas sin dejar rastro
por sangrantes espinas,
porque sacarme todo de la cabeza no puedo,
asesinarme pude, y volver no voy.
Mascaras de bailes falsos en el tablón
me queda sólo,
detrás; una quebrada sonrisa,
y en el corazón desolado de remordimientos,
la vida sin,
me asesinar; cuando ilusiones de vida no hay.
No la vida me quiere vivo,
ecos del vacío vivo en,
angustia que permitiese me el corazón
cuando fuiste te tú,
de luz divina carente, y carente de lo que amaba
el alma quema, el corazón duele;
ser como debía ser y no fue,
el fulgor del fuego hoy con remembranzas arde
y cenizas quedan en.
Me asesiné a sangre fría,
sin humanidad;
con una declaración al fuego de las remembranzas.
A n g e l a C a v a l c a n t i