Cae sobre la espalda de un pobre diablo que levanta una valla en un terreno medio árido, una fotografia. El misterioso hombre que le ha fotografiado, se asegura de que no le ha visto hacer la foto. El fotógrafo se encuentra sobre el puente de San José disimulando , sin atreverse a seguir su paseo con normalidad, por si le descubre el fotografiado. Hace como que mira la charca seca que hay bajo del puente de san José. asoman los esqueletos de dos patos a los que tiran migas de pan los chiquillos por costumbre, como cuando vivían. Pasan unos minutos, este hombre abandona la escena caminado despacio, silbando, y mirando a la persona que levanta la valla. Este le ha visto retratarlo por el rabillo del ojo. Ha presenciado como un camaleón la escena mientras ataba con alambres la valla. sonríe. Sabe lo que va a pasar con la foto, esta acostumbrado a la represión social y económica, y a estar vigilado en vall d´Uixó.
¡El último alambre!- exclama dando vueltas a los alicates y cortando el lazo cuando está bien unido. Se levanta de la posición de rodillas que ocupa. Dos unos pasos hacia atras ,y contempla satisfecho la valla como un artista ante su gran creación. La valla guarda un impresionante bachoqueral repleto de bachoquetas colgando. Entre unos naranjos, y las cañas de las hortalizas, están escampadas las garrafas azules de treinta litros para llenar agua , y el trineo con el que va a cargar el agua de la fuente.
Le llega el aroma de las frescas verduras y las plantas aromáticas. Y nota como a lo lejos, ahora de frente, un hombre gordo de mediana edad con su mujer le hacen fotos de frente. El hombre hace aspavientos indignado. El pobre diablo ya sabe donde van a ir a parar estas fotos. Mientras permanece de pie junto su valla, asoma por el puente de madera un jubilado con un palillo entre los dientes que mastica. Mira como si fuera un pecado levantar una valla. Trae los ojos hundidos bajo la gorra de tela de la caja rural San Isidro, y pese a su débil aspecto de anciano minusválido, no ocultan sus ojos la fiereza y vileza de esta vida decrepita que aún mantiene. Se acerca ranqueando a la valla y al pobre diablo ,que mira paciente su valla. El anciano le hace una foto que sabe el pobre agricultor a donde la va a llevar.
Puedes opinar sobre mi valla. - le invita el hablar.
No es tuyo este terreno. Hace mucho que te vigilamos.
Tres años creo- le comenta el agricultor.
no puedes poner una valla- le gita el viejo.-
El pobre diablo sabía cuando levantaba su valla que no comprenderían su gesto los muchos minusválidos que le rodean, que son la mayoría de habitantes de vall d´uixó. Mira al miserable anciano y hace pedagogía como un progresista.
El área de mi valla es proporcional a mis dominios, y está inversamente relacionada a la propiedad y a la ley. Esta pretenderá destruirla ,porque es un símbolo de mi poder. Sé que vais a enviar estas fotos al ayuntamiento a modo de denuncia. Pero esto os digo. EL Ayuntamiento de Vall d´Uixó, nada crea, nada hace, pero dice que hace todo y para todos. Incluso para mi. Es posible que se preocupen por lo que hago. Y esto es lo que hago:
vallo mis dominios, para que pasen.
Pueden por fuera meter sus hocicos, como tu haces anciano decrepito. Si lo desean pueden soplar y soplar, todos juntos y la vez, para derribar la valla. tu también molesto ser mal viviente, sopla ante mi valla. Es fácil que así la autoridad la derribe, pues está metida en un simple hoyo y cubierta de paja prensada, y la puerta el un palet atado a una cuerda. Por eso es fácil que crucen esta valla sus legítimos propietarios ante la ley del hombre, el Ayuntamiento, y entren a mis dominios y lo derriben todo, pues los que defienden la propiedad y la ley :- trabajan para el estado. Es decir que no crean nada, y no hacen nada. Su lucha por la existencia consiste en defender la propiedad. Propiedad que ellos previamente han robado. A ellos los llamo ladrones y los expulso de mis dominios cuando pasen.
EL anciano entonces grito ante la valla del agricultor, pues los dominios de la injusticia se lo comían.:
Maldito, maldito. No es tuyo el terreno. Te voy a denunciar al Ayuntamiento. Yo soy socialista, y ni estoy de acuerdo con Jesús , ni con el reparto de las riquezas. Cada cual tiene lo que se merece. Maldito.
Angelillo de Uixó.